¿Puede la construcción digital salvar el planeta?

La ciencia de datos a menudo se centra en los procesos sociales, financieros o de fabricación, pero ¿qué ocurre con la construcción?


Publicado por primera vez en Harvard Data Science Review

Autor: Holger Pietzsch, vicepresidente de Marketing para Construcción Pesada


A medida que los gigantes de las redes sociales y el comercio electrónico captan los titulares, una evolución digital menos publicitada pero posiblemente más impactante ha estado dando forma a la industria de la construcción. Después de dos décadas de cambio, el sector está entrando en su siguiente fase y el impacto podría llegar más allá de las carreteras y los puentes. Las tecnologías de construcción digital podrían conformar y preservar el origen de todos los ecosistemas: la Tierra misma.


Fase 1: Conectando las personas con el ecosistema de la construcción (2000-2010)

En el año 2000, los ingenieros civiles y de estructuras ya utilizaban modelos de diseño asistido por ordenador (CAD). Sin embargo, el lanzamiento de AutoCAD 2000i en julio de 2000 constituyó un punto de inflexión. Aprovechando las funciones habilitadas para Internet, la comunidad global comenzó a colaborar a una escala y velocidad crecientes. Ahora puede desarrollar representaciones digitales de infraestructuras reales o futuras en la nube y compartirlas. Sin embargo, la actualización de los modelos todavía requería intervención humana.

Fase 2: Conectando objetos al ecosistema de la construcción (2010-2020)

En 2010, el gobierno chino convirtió el Internet de las cosas (IoT) en una prioridad estratégica en su plan a cinco años, y en 2011, Gartner, una empresa líder en consultoría e investigación tecnológica, añadió el IoT al infame ciclo de la generación de expectativas. Objetos como excavadoras, camiones y cintas transportadoras se estaban equipando con sensores asequibles que actualizaban automáticamente sus representaciones digitales con temperatura, presión y humedad, añadiendo así puntos de datos más frecuentes y diversos. Surgieron algoritmos sofisticados que «escuchaban» estos objetos conectados, analizando miles de millones de puntos de datos para predecir fallos o permitir la automatización. Hoy día, muchos equipos de construcción se han convertido en «máquinas hablantes» totalmente conectadas que ofrecen un diagnóstico remoto. Y, sin embargo, la suciedad que mueven sigue siendo silenciosa. Lo mismo ocurre con los océanos, las montañas y los bosques, ninguno de los cuales se puede conectar a los sensores. Por lo tanto, la siguiente frontera es hacer que la naturaleza sea legible por máquina.

Fase 3: Conectando el planeta con el ecosistema de la construcción (2020+)

Las tecnologías que utilizan métodos tan antiguos como la triangulación marítima se han abierto camino en los láseres, LiDAR y radares. Estos dispositivos pueden «ver» literalmente su entorno, aportando concienciación geoespacial no solo de su propia posición, sino de todo lo que tienen a la vista. Pueden digitalizar y supervisar de forma eficiente no solo calles y túneles, sino también paisajes enteros. Su estado puede compararse con el pasado o con el futuro previsto. Inicialmente, esto permitirá a las excavadoras cavar hoyos más rectos y rápidos.

A largo plazo, estos ecosistemas digitalizados conectados nos permitirán analizar cambios lentos a gran escala en nuestro entorno físico. Los algoritmos identificarán los patrones subyacentes de interacción del sistema.




Nada es gratis

Ahora se pueden imaginar ecosistemas interconectados que optimizan la compleja interacción de las personas, los productos y los valiosos recursos. Un sistema de este tipo podría, por ejemplo, ayudar a tomar decisiones sobre si renovar un puente, construir uno nuevo o sustituirlo por un túnel. Podría crear un panorama de decisiones con diferentes opciones que varían en función de las preferencias sociales, financieras o medioambientales. Podría cuantificar los costes financieros de un proyecto para que sea más sostenible o calcular el ahorro en infraestructuras relacionado con una selva tropical más saludable. Pero incluso el marco más sofisticado requerirá un gran juicio. Los agentes políticos seguirán afirmando tener las mejores ideas, pero las compensaciones serán más transparentes y estarán sujetas a escrutinio. Y esta transparencia podría ser suficiente para un futuro mejor, porque dados los efectos multigeneracionales a largo plazo del desarrollo de infraestructuras, incluso las pequeñas compensaciones pueden tener un gran impacto.


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Holger Pietzsch
Vicepresidente de marketing y construcción pesada de la división de Hexagon Geosystems
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